martes, 17 de junio de 2008

David Leadbetter - Defectos y correciones - Haz el chip como si estuvieses pateando

La forma más rápida de adquirir confianza en tu golpe de chip (rodado) es simplificar tanto tus pensamientos como tu técnica. Una manera de hacerlo es considerar el golpe de chip como una extensión del golpe de putt. Prueba esto: con un hierro 8 en la mano colócate la bola como si estuvieras ejecutando un putt largo. Haz el grip normal de putt, pero pon la bola algo más atrás en el stance, a la altura del borde interno del pie derecho. Al mismo tiempo, mantén tus manos y peso hacia adelante, favoreciendo tu lado izquierdo y separa los codos. El palo debes tenerlo casi vertical, de forma que el talón (del palo) esté separado del suelo -para ello debes colocarte muy cerca de la bola. Colocarte a la bola de esta forma hace que la bola esté más hacia la punta de la cabeza del palo, lo que, durante el contacto, ayuda a "amortiguar" y controlar el rodar del chip.
Controlar el golpe con un balanceo suave de los hombros permite que el palo se levante varios centímetros del suelo en la subida, y después, al bajarlo hacia la bola y golpear ligeramente, la eleva en el aire. Concéntrate en mantener constante la separación entre los codos en todo el swing -eso te asegura un moviemiento puro de brazos y hombros.
El verdadero éxito de este método es que las muñecas quedan totalmente al margen de la ecuación. Mientras mantengas la cabeza quieta y concentres en una terminación corta y firme, acertarás a golpear la bola sólidamente. Amplía tu golpe para jugar chips más largos, lo mismo que con el putt. Para rodados muy largos, prueba incluso con un hierro 5 ó 6 para conseguir la distancia.

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