Mi padre jugó muchas vueltas con Hogan y le enseño a dar una serie de golpes concretos. Como resultado, el señor Hogan me enseño gustosamente dos aspectos importantes del juego: el lado mental del golf y la estrategia de juego.
Jugué con Hogan en 1960 en el Meadow Brook Club en Long Island, Nueva York. Por entonces, Hogan ya había ganado dos PGA, cuatro Abiertos de los Estados Unidos, dos Masters y un Abierto Británico, por lo que me temblaron las piernas en el primer hoyo. Entregué un respetable resultado de 78 golpes. Hogan acabó la vuelta con un 75; pero no fue ese resultado lo que me impresionó, sino como lo realizó. Lo que aprendí de él ese día todavía no se me ha olvidado, y por esa razón, enseño estas lecciones tan valiosas a mis alumnos:
* No emplear siempre el driver para el golpe de salida de un par 4 o 5.
* Un fade se puede controlar más que un draw.
* El swing de práctica debe ser la réplica exacta del swing que emplee para darle a la bola.
* Hay que seguir siempre el mismo procedimiento a la hora de colocarse a la bola, a no ser que se vaya a dar un golpe específico, tal como un draw o un golpe por bajo.
* Hay que fijar la vista en el área de la calle donde quiere que aterrice el golpe de salida.
* Tómese su tiempo para visualizar el golpe que pretende dar.
* Planee con antelación los golpes de approach, por si falla el golpe que le quede luego un chip relativamente fácil para salvar el par.
* Procure no enfadarse por los golpes malos.
* No se excite o confíe demasiado porque haya jugado un hoyo específicamente bien.
* Concéntrese solo en coger calles y greens.
* Sea paciente porque los buenos resultados llegárán pronto.
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