Golpe tras golpe. Hoyo tras hoyo. Vuelta tras vueltas. Torneo tras torneo. Todo sin descanso, sin pausa, sin reflexión, sin cambios, sin motivaciones nuevas. Otro día más. Nada cambia.Bah, cambia la presión. En realidad, aumenta permanentemente. Siento cada vez más presión, cada vez más tensión. Tengo que ganar, ahora. No lo aguanto más. Si no gano reviento. Pero ¿ cómo voy a ganar ? Si este es otro torneo más y yo nunca gano, esta es otra vuelta más, esto es lo mismo de siempre.
Debería buscar algo distinto. Esta semana uso calzoncillos rojos. Sí ! Sí ! Con eso cambio ! Cambio los calzoncillos y cambia todo, ya está. No, mejor desayuno almendras y banana con miel, eso. O mejor duermo con las patas en la almohada. Algo tiene que funcionar. Sí, esta es una semana distinta…
Mhh, nop, la verdad…me sigue pareciendo igual. Siempre cometo los mismos errores bajo presión. Me pongo tenso, no puedo relajarme, no se como hacerlo. Es algo que no se me va, soy así, mi destino es este…
Igual tan mal no me fue. Al menos estoy jugando al golf, hay gente que la pasa peor en su laburo, si es que tiene. Y quizás no puedan disfrutar. Yo puedo disfrutar de esto, las canchas, la vida al aire libre, el deporte…
Bueno, hace rato que no disfruto con este jueguito… Yo quiero ganar viejo, disfrutaré cuando haya ganado. Quiero ganar, es una competencia, ¿ no ? Le tengo que ganar a mis rivales ¿ o no ? Mi psicólogo me dijo que lo tome desde la parte lúdica ! Me resulta imposible. Esto no es un juego nada más, sino ¿ a qué vengo ? ¿ A mirar teros, el cielo y los pinos ? ¿ A disfrutar del entorno natural ? La verdad que yo no puedo, yo estoy jugando al golf, yo voy llevando la tarjeta y haciendo algunas cuentas, llevo las estadísticas de fairways y greens, los putts. Los números me gustan más que las lagunas y los patitos.
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